Aquí se inicia el artista, tomando el camino desde el principio.
No existe pintor serio y con aspiraciones importantes que se pueda
dar el lujo de ignorar el dibujo. A semejanza del quehacer de
un mago en escena, en mis dibujos es tan importante lo que se
ve como lo que se oculta a la vista. Si bien en el dibujo de la
figura es esencial la presencia de líneas, igualmente importantes
son las que, aún sin verse, se infieren o se intuyen. Cuándo
esto sucede, el dibujo se convierte en obra interactiva, en la
que el observador completa las formas desde su propio punto de
vista.
Un dibujo en el que todas las áreas se definen puede ser
un alarde de precisión, sin embargo mi personal visión,
desarrollada a lo largo de muchos años de dibujar la figura,
tiende hacia el logro de una síntesis donde un mínimo
de información, un mínimo de líneas, proporcione
la información total, es decir, el entendimiento claro
de que lo que se observa es una figura humana. Esta síntesis,
además, envuelve a la figura en un halo de fantasía
donde el espectador se siente partícipe, precisamente porque
participa, al ser capaz de completar, en su mente, la totalidad
de las formas.
Aún cuando desaparecer líneas y formas es, en este
caso, un recurso casi mágico para crear interés,
la diferencia con el hipotético mago mencionado arriba,
es que lo que éste oculta encierra un truco para convencer
de una realidad inexistente, mientras que, lo que nuestro dibujo
no muestra deja plenamente evidente la magnitud, el movimiento
y la actitud de la figura femenina. Luis
Viñals
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La acuarela
es, probablemente, el medio más sutil en el entorno del
arte pictórico. Su aplicación está rodeada
de múltiples mitos, fantasías y aún engaños:
“...el medio más difícil”, “...no
se puede corregir”, “...habiendo secado, no se puede
volver a mojar”, en fin, toda una serie de perlas de sabiduría
popular, muy probablemente generada por los mismos acuarelistas
en un afán de mantener a distanciaa a tantas personas que,
seducidas por la transparencia, la luz y brillantez del medio,
no dudarían en incursionar por el sendero de la pintura
en acuarela, de no ser por la enorme inseguridad que estos comentarios
le provocan.
El curso-taller FIGURA; LUZ Y COLOR, no solo
permite al artista embarcarse en alas de una de las más
fascinantes temáticas del arte a lo largo de la historia,
la figura humana, sino que desmitifica al medio pictórico
más desafiante porque, en la acuarela, el mayor reto
radica en la espontaneidad. La persona que pinta acuarela, lo
mismo porque disfruta el proceso de realización o bien
porque migra desde otros medios pictóricos, a menudo
se encuentra con una casi total falta de información
y a veces hasta exceso de desinformación con respecto
a este medio.
Este
curso facilita al artista, ávido de la información
y práctica necesarias, a través de un proceso
rápido y ágil, la posibilidad real de llegar al
final del mismo con plena capacidad individual para la realización
de obras con la temática de la figura humana. |
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